• Turbinas monoetapa personalizadas de alta eficiencia (hasta el 90%).

• Mayor seguridad, gracias al uso de agua caliente o sobrecalentada en el bucle de alimentación, en lugar de aceite diatérmico inflamable y

• potencialmente  contaminante.

• Fluido de trabajo atóxico, no inflamable, 100% biodegradable, el cual no daña la capa de ozono.

• Excelentes características de funcionamiento incluso con carga parcial.

• Alta fiabilidad y necesidad de mantenimiento reducida, gracias al empleo de cojinetes cerámicos y componentes de calidad.

• Sin erosión de los álabes de la turbina, gracias al fluido de trabajo completamente seco.

• Vida de servicio sumamente prolongada

• Menores complicaciones burocráticas y mayor seguridad, gracias a la baja presión de trabajo.

• No requiere personal especializado ni autorizaciones especiales para instalación y funcionamiento.

• Mando a distancia integrado, que permite al cliente y el personal de asistencia gestionar a distancia la máquina.

El ciclo Rankine orgánico (ORC) es un ciclo termodinámico simple de alta eficiencia, con características ideales para convertir fuentes de energía térmica de baja-media temperatura (90- 200°C) en energía eléctrica.

El físico escocés William Rankine (1820-1872), ha inventado el ciclo Rankine orgánico, siendo uno de los padres de la termodinámica, trabaja en un circuito cerrado, libre de emisiones y con un funcionamiento que se explica en el esquema de abajo. En el circuito cerrado de un ORC, un fluido de trabajo especial, de bajo punto de evaporación, recibe energía térmica desde la fuente de calor, dentro de un primer intercambiador de calor (2), donde se evapora y se convierte en un gas, que acciona con su expansión un turbogenerador (3), el cual produce electricidad̀.

Luego, el fluido pasa por un segundo intercambiador (4), donde se enfría y recupera su forma líquida por condensación, para ser bombeado de nuevo (1) en el primer intercambiador y volver a comenzar el ciclo. El exceso de calor (Qout) liberado en el intercambiador-condensador, a su vez, representa una fuente de energía térmica que puede usarse, directamente, para otros propósitos (por ej., precalentamiento / secado de combustible) o bien -en los sistemas que lo prevén- puede usarse con propósito de cogeneración para calentamiento ambiental o -junto con absorbedores- para realizar sistemas de trigeneración (electricidad + calor + frío).

El ciclo Rankine conlleva distintas ventajas con respecto a otras tecnologías, esto es, es compacto y fiable, también permite usar fuentes térmicas de baja temperatura y, dado que se trata de un circuito cerrado y sellado, no implica emisiones en la atmósfera.